Nos conocimos gracias a nuestros trabajos y un día un proyecto nos hizo coincidir en una sala de juntas enorme, en la cual se encontraban 12 hombres y uno de ellos Eduardo, yo era la única mujer por lo que era inevitable que yo tenía que dirigirme a todos y cuando llego el momento de presentarnos uno a uno, fue lo que los románticos llaman AMOR A PRIMERA VISTA, bueno eso dice Eduard que le sucedió y yo agregaría que su voz y presencia seria lo que al instante me cautivó.

Aunque pueda parecer increíble juntas iban y venían, interactuando siempre profesionalmente y en más de un año no existía nada más que minutas laborales jajaja si increíble más de 1 año.

El tiempo transcurría y el proyecto exitosamente se acercaba a la recta final por lo que las reuniones comenzaron a ser cada vez más frecuentes, de una a dos veces por semana y de pronto los correos laborales comenzaron a ser la única vía de contacto y comunicación entre nosotros, transformándose cada vez más en correos con detalles personales, de pronto nos encontramos en una dinámica que solo se había visto en las películas, cortejandonos por cartas que en este caso eran sustituidas por correos electrónicos, de pronto solo queríamos que llegara el día de la siguiente reunión para vernos y después llegar a mi oficina porque seguramente ya tendría el correo que me sacaba una sonrisa, pero saben que, Eduard sólo saludaba muy profesionalmente al llegar a las reuniones y después era ignorarme como si no existiera y en una ocasión me cerró las puertas del elevador en la cara con tal de no tenerme cerca, el dice que no me vio pero nunca le creí y hasta el día de hoy se lo reclamo jaja. Cuando me tenía cerca o teníamos las reuniones actuaba como si no hubiera enviado ningún correo personal, donde ya me llamaba Principessa.

De inmediato me escribió correos los cuales no leí y por ende no respondí, de pronto la chica de recepción de mi oficina me dice, es el Ing. Eduardo Carrancá que le urge jajajaja después de varias llamadas tome la llamada pues en mi oficina no entendían porque no tomaba la llamada laboral jaja.

Y después de más de un año de escribirnos por fin se atrevió a llamarme y era para disculparse por la desafortunada y al mismo tiempo bendita broma, pues no era casado y mucho menos tenía hijos, eran el y una de sus hermanas los de la famosa fotografía. Gracias a eso pasamos de las cartas por correo a llamadas al celular y mensajes al beeper los que no saben qué es eso investiguen jaja.

Mas de 1 año llegó por fin la invitación a salir y ese sábado no podía tenía una boda en Cuernavaca donde me acompañaba mi hermano y su respuesta inmediata fue entonces el domingo, para no cancelar accedí, fue maratónico lograr regresar temprano el domingo pues la cita era 1:00pm, estaba terminando de arreglarme cuando recibo un mensaje de Eduard cancelando la cita pues tendría que trabajar, casi lo mato jajaja.

Y el casi se muere jaja

Y si increíblemente constatado le tocó trabajar atendiendo una urgencia de la cual terminó hasta el lunes por lo que fue imposible vernos. Nuestra primer cita después de más de 1 año se había cancelado.

Pero todo ese tiempo hasta que por fin salimos a comer para después nunca más separarnos hasta el día de hoy 23 años después y todos los años que están por venir ha valido todaaaaaa la pena y aquel que dude, ahora puede realmente confirmar que si soy paciente jajaja

Y todo aquel que crea que Eduard es cauteloso puede ahora realmente confirmarlo jajaja.

Es así como el agua y el aceite logran ser felices hasta que nada los separe, con Dios de por medio esta gran historia continuará.